miércoles, septiembre 19, 2007

Un nuevo-viejo hobby

Desde hace un par de meses ha retornado a mí un viejo hobby que tenía mas o menos abandonado. No, no me refiero a tocar los timbres de las casas y salir corriendo, tampoco me refiero a robar ropa interior de los vestidores de mujeres y salir corriendo. Si usted se pregunta que tiene que ver esa última frase, quizás ya puede inferir cual el hobby, pues claramente es una referencia a un viejo programa que daban en televisión. Dicho pasatiempo es conocido como animación japonesa, japanimation, o para los amigos simplemente anime, y por si aún no lo sabe, a los seguidores de dicho pasatiempo se les denomina otakus. Pues bien, me declaro otaku, y relato un poco mi historia.

el grandioso tiro del tigreFue hace muchos años cuando conocí ese término, recuerdo perfectamente que antes de eso sólo eran monitos japoneses, pero el fanatismo de un amigo por los super campeones y los caballeros del sodiaco lo llevaron a comprar revistas españolas que hablaban del tema. Tiempo después me enteré que aquellas series llevaban por nombre captain tsubasa y saint seiya.



Cuando llegó el tiempo de dragon ball, estaba poco interiorizado en el tema, conocía su origen, pero no le daba mayor importancia, yo sólo las veía todos los días. Pero como toda afición, cuando te interesa empiezas a querer mas y mas. Fue así, que me volví fanático de esta serie, junto a una de mis favoritas de esos años: ranma ½. Era tanto el fanatismo, que recuerdo que siempre iba al caracol del paradero 18 de gran avenida a ver, y eventualmente comprar posters. No compraba mucho, pues en esos años si bien tenía una situación económica cómoda, no le pedía dinero a mis padres, nunca me ha gustado. En aquellos años fue cuando terminó dragon ball z, y salió dragon ball gt, recuerdo que las tiendas tenían muchos vhs de aquella serie, y las vendían como pan caliente. Ahora que menciono ese formato, pienso que el dvd ya existía, pero era asequible sólo para gente pudiente. Como buen friki, sabía de su existencia, pero me quedaba claro que fuera de lo que mostraban en el mítico programa del memorable canal rock and pop: Maldita sea, nunca tendría un dvd en mis manos, a lo más podía grabar esos programas en cintas de 800 pesos, del mismo modo registraba las películas que me prestaban, filmes con una calidad paupérrima. Nunca me hubiera imaginado tener no sólo un reproductor, sino también la posibilidad de crear mis dvd, por menos de 200 pesos.

Dejando la nostalgia atrás, a pesar de estar con mi primera experiencia universitaria, continúe con mi pasatiempo durante aquellos años, tiempo en el que frecuentaba sitios de internet como animeportal.cl, así como asistía a ciclos de animación japonesa organizados por illion. Fue así como conocí a mi primera gran cyber-amiga, con quien, a pesar de los años, aún tengo contacto, pero que nunca he conocido en persona.

En aquel ciclo que por esos años se hacía cada fin de semana en la sede de la democracia cristiana fue donde conocí series, que en estos tiempos ya son auténticos clásicos. Por ejemplo, pude ver love hina, ayashi no ceres, kodomo no omosha, entra otras. Fue también gracias a la asistencia a esas proyecciones como pude ver los primeros capítulos de evangelion, no porque las exhibieran, sino porque gracias a una persona que asistía a estos ciclos, quien amablemente me los grabó desde sus dvd importados a vhs. Lamentablemente la copia de material era el único modo de conseguirlo, pues los fansubs cobraban cerca de 4000 pesos por un vhs de un par de episodios. Igual compre algunos, el mas notable que recuerdo fue el video que contenía los ovas 5 y a de FLCL. mi serie favorita de todos los tiempos.

Pasaron los años, y aquel fanatismo empezó a decaer parcialmente. Las presiones de la universidad, y los patrones repetidos de las eries que veía terminaron por hacer que abandonara el anime. Sólo con algunas interrupciones de series excepcionales como los ovas de saint seiya o naruto, que la ví en un tiempo de paro, en un par de días.

A pesar de que ya no veía animación japonesa, sin querer durante mis años de otaku había creado a un pequeño monstruo: Mi hermano. Camilo veía casi todas las animaciones que yo conseguía., además me ayudaba a descargar material desde animedark, un hub ya extinto donde además de "leechear" anime, llegue a participar en una divertida comunidad online. Recuerdo que aporté con mi experiencia de programador creando a "fokinbot 2.0", un script escrito en visual basic que molestaba a los usuarios, hacía comentarios, y quoteaba las frases mas vergonzosas sacadas de contexto de los usuarios.
Mi hermano creció, y continuó el legado, ahora con mayor facilidad para conseguir material gracias al ancho de banda actual.

Durante mucho tiempo lo consideré un friki, e incluso me llegaba a molestar tanta música japonesa, a veces con melodías ridículas que no las escucharían ni en el mismísimo japón (de hecho todavía me molesta en parte). Pensaba que ya no vería anime nunca mas, pero mi hermano me dijo "tienes que ver esta serie" refiriendose a tengen toppa gurren-lagann. Si usted no entiende como recuerdo ese nombre tan claramente, yo tampoco lo sé, en un inicio lo apodaba con cualquier frase que rimara, aquella serie retornó a mi el espíritu otaku.

Fue así, como volví a ver series, que sumado a diferentes conversaciones frikis con la kari, chica otaku new generation, con edad similar a la de mi hermano, que me ha puesto al tanto de como ven el hobbie la generación internet, con "palabras" del tipo owo, escrituras 1337 y frikadas varias. En estas vacaciones me he dado una sobredosis de anime, ya llevo 3 series en menos de 5 días. Todo un record. Quien sabe hasta cuando me dure el entusiasmo, pero por ahora, creo que hay que disfrutarlo al máximo. Sobre todo antes de la segunda patita del duro semestre que llevo.

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